La realidad es como una celda,
jamás querrás estar dentro de ella.
¿No es odiosa la tragedia?
Vivimos en un constante invierno.
Invierno, no por la nieve ni el hielo.
El único frío es el de las personas.
Fríos corazones, tras falsas sonrisas.
Su felicidad ya no funciona.
Melancolía en las calles, conversaciones vacías.
Ya no hay besos en los portales, solo portazos.
Ya no hay bondad, tan solo el falso abrazo
de la soledad. La mentira y la verdad.
Pero tengo la llave. Salgo de la jaula.
Los muñecos de nieve me miran
desde dentro, con mala cara.
Derritiendose de envidia.
Y que sorpresa, madre mía,
juraría que estoy soñando.
Todo el mundo siempre a una,
todo el mundo concienciado.
Y no nos damos cuenta
de lo que esta pasando.
Mente abierta: el Sol brilla,
y cerrada está nevando
Ven, sal, tengo la llave.
No tengas miedo de la gente
es buena por naturaleza.
Pero el invierno les hace daño.
Ven, donde nadie pueda verte.
Conmigo, estarás a salvo.
¿Me he presentado ya?
Soy el corazón del verano.